Las estructuras empresariales optimizan, escalan y mejoran sus rendimientos como objetivo principal en su búsqueda de ser más competitivas o dominantes, esto ocurre virtualmente en cualquier área de desarrollo económico.
Entender cómo impulsar estos procesos es la clave para cualquier dueño de empresas con ansias de crecimientos exponenciales.
Las estrategias adecuadas deben ser aplicadas en su momento más oportuno, esta lógica es la que separa realmente a los líderes de los visionarios.
Un ejemplo tangible es Apple, bajo la dirección de Steve Jobs, la empresa revolucionó al mundo, lamentablemente esto cesó con la partida de Jobs.
Todos unidos bajo una sola visión
El desempeño de un trabajador, por consiguiente de la empresa, se puede evaluar en la efectividad con la que cumple con sus actividades o metas.
¿Cómo podemos evaluar dicha productividad?
Podríamos irnos a lo más básico que sería el “performance appraisal” o las revisiones de desempeño.
Mediremos qué tan bien o mal logró la actividad, y en cuanto tiempo, el factor que determina precisamente la efectividad.
¿Esa es la clave?
Realmente no, solo uno de cada diez empleados relacionan el éxito laboral con un gran rendimiento y una alta productividad.
La clave realmente yace en la motivación, que estimulará a su vez al empleado a querer ser más productivo.
Según un estudio realizado por Manpower, el líder global en reclutamiento de personal, solo el 45% definió el balance entre el trabajo y la vida personal como su aspiración laboral más alta, mientras el 55% restante precisó que el ser feliz en su trabajo sería su aspiración preferida.
El empresario visionario motiva a sus trabajadores consiguiendo mejorar el desempeño laboral.
Estrategias del siglo XXI para mejorar el desempeño laboral
El valor más preciado dentro de una estructura empresarial es su capital humano.
Esta pequeña aseveración fue evidente para las corporaciones del siglo pasado y es más vigente que nunca.
Ya entendimos que la motivación lleva a mayor productividad, por consiguiente debemos conocer cómo motivar a nuestro capital humano.
Existen varios métodos para lograrlo, aplicando tests psicológicos, de aptitud o incluso contratando a un coach designado.
Una evaluación minuciosa de los “soft skills” o habilidades blandas del empleado pueden ayudarte a fomentar un mayor conocimiento de las fortalezas de tu equipo de trabajo.
Al conocer detalladamente las potencialidades de tu capital humano, podrás aplicar métodos o técnicas de motivación ampliamente implementadas.
Por supuesto que esto dependerá de cada equipo y cada caso particular, estos son algunos de dichos métodos:
Teoría de establecimiento de metas (Método Locke)
Establecida por Edwin A. Locke en 1968, fórmula que los objetivos conscientes afectan directamente a la acción.
Esto a su vez motiva al individuo a querer lograr dicho objetivo, esta motivación hará que su comportamiento, esfuerzo, intensidad y persistencia aumenten considerablemente.
Mientras más difíciles sean dichos objetivos, Locke demostró que la motivación de los individuos se incrementa, precisamente por querer alcanzarlos.
Generando así un proceso de retroalimentación francamente fascinante.
Jerarquía de las necesidades humanas (Pirámide de Maslow)
Es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en 1943.
Su postulado es simple, mientras se satisfagan las necesidades básicas desarrollamos necesidades menos básicas.
Satisfechas las necesidades básicas podemos escalar a los niveles superiores donde encontraremos los deseos o necesidades realmente importantes.
Estos son los niveles que te permitirán motivar a tus empleados, y así lograr mejorar el desempeño laboral de tu empresa.
Teoría de los dos factores (Teoría de Herzberg)
Propone que el rendimiento de las personas en su trabajo dependerá del nivel de satisfacción que experimentan en su ambiente laboral.
Un ambiente laboral donde los factores motivacionales coincidan con los factores de higiene, llevará a mejores desempeños por parte de todo el equipo.
Por eso es importante que los objetivos de la empresa coincidan con los intereses de tu capital humano.
Mejorar el desempeño laboral se logra en equipo.
Antes de poder alcanzar la cima, incluso antes de partir del campamento, se debe establecer la clave fundamental, simple y llanamente un principio de comunicación.
¿Suena evidente no?
Pues nunca basta recordar, la clave para el éxito en equipo, es sencillamente un canal de comunicación claro y sencillo.
También vale la pena instituir ciertos lineamientos justos y fácilmente aplicables.
- Dar feedback constantemente.
- Generar desafíos individuales y colectivos.
- Invertir en capacitaciones y cursos educativos.
- Fijar expectativas claras para todo el equipo.
- Conceder reconocimientos a aquellos que superen metas concretas.
Estas son algunas ideas y acciones que ayudarán a motivar a tus empleados, logrando así mejorar el desempeño laboral de tu empresa.
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Espero que así sea y que te haya sido de ayuda para entender lo que se necesita para un buen desempeño laboral.
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